Todavía recuerdo el feliz momento en el que comuniqué a mis familiares, amigos y allegados que cogía las maletas sin mirar atrás y me marchaba a Canadá, concretamente a una ciudad llamada Guelph, que estaba cerquísima de la gran ciudad de Ontario, Toronto. La alegría del momento trajo algunas bromas consigo. Cada vez que pronunciaba la palabra Toronto, todo el mundo me decía el mismo chiste: “¿Sabes lo que se ve desde el edificio más alto de Toronto?” La primera vez caí en la trampa, tal y como un ratón es atrapado en una ratonera, pero las otras 200 veces restantes que me contaron el chiste no lo hice, aunque sí es verdad que más de una vez me hacía el sorprendido como si fuese la primera vez que había escuchado tal chiste. Sí, me lo contaban con tanto entusiasmo que no quería chafarlos. Creo que si me hubiesen dado un céntimo por cada vez que he escuchado la expresión “Toronton Tero”, probablemente a día de hoy sería millonario. Os gustará saber que el día de ver “Toronton Tero” por fin llegó a mi vida. Fue el sábado 17 de Septiembre de 2011, un día realmente esplendido y soleado. Partimos mis amigos españoles (que concretamente son todos de Málaga) y yo muy temprano de mañana para aprovechar lo más que pudiésemos. En una escasa hora, nos pusimos allí. ¡Toronto y sus rascacielos nos estaban esperando! Nada más llegar, dimos una pequeña vuelta por los alrededores de la estación de autobús haciéndonos fotos. Cuando llegamos a una plaza nos encontramos con que estaban grabando una película!!! Después nos fuimos directamente a Toronto Island, que es una pequeña isla junto a la gran urbe. Para ir a ella tuvimos que coger un ferri por no más de 6 dólares creo. La isla tenía 3 puntos de accesos: Hanlan’s Point, Centre Island y Wards Island. Nosotros nos decantamos por Centre Island, ya que era el punto desde donde mejor se podía apreciar la majestuosidad de Toronto. ¡Eran las vistas más increíbles que había visto hasta ese momento! Después de hacernos algunas fotos, dimos una vuelta por la pequeña Toronto Island. La isla podría representarse a lo que es Central Park en New York. Me refiero a que es el desahogo de la ciudad. Al ser una ciudad tan grande donde vive cerca de 3 millones de personas, los espacios verdes y la naturaleza son necesarios para que el ciudadano de a pie pueda relajarse del frenesí los fines de semana. Allí nos encontramos con un sinfín de domingueros haciendo barbacoas, parejas haciendo picnic sobre el césped y padres paseando a sus hijos en las atracciones que tiene la isla. Nosotros, por no ser menos, también nos decantamos por hacer picnic. Por si fuera poco, la isla también tiene sus playas de arena clara. Creo que os podéis imaginar cómo de abarrotadas pueden llegar a estar esas bellas playas en verano. La cosa es que la isla parecía un gran paraíso en medio de una gran urbe. Después de la grata experiencia en aquella hermosa isla, cogimos el ferri de vuelta y nos pusimos en marcha para, ahora sí señoras y señores, ver “Toronton Tero”. Nos subimos al edificio más emblemático de la ciudad y uno de los más altos. ¿Sabéis de qué edificio estoy hablando? Sí, de la CN TOWER, edificio con forma de platillo volante. Después de pasar por las taquillas, en las que conseguimos una entrada por el módico precio de 22 dólares, bueno, a mi me hicieron descuento de 2 dólares por llevar una tarjeta internacional. Cuando cogimos el ascensor para que nos llevara a la cúspide, parecía como si estuviéramos volando. El ascensor corría a una grandísima velocidad. En un solo minuto, ya nos puso en lo más alto. Lo que vi desde aquellos cristales fue “Toronton Tero” rendido a mis pies. ¡Y qué vistas! ¡Eso si que eran unas buenas vistas! Estuvimos en lo más alto de Toronto cerca de una hora. Hicimos multitud de fotos y disfrutamos mucho. Cuando bajamos de la CN Torre, nos dirigimos a cenar. En el camino apreciamos el bullicio de una ciudad en sábado, con jóvenes yendo y viniendo de los bares donde ponían el típico partido de béisbol. Se apreciaba que Toronto era una ciudad muy viva y cosmopolita. ¡Había tan buen ambiente! A las 11 de la noche cogimos el bus de vuelta a casa. Me fui pensando que ¡¡¡“Toronton Tero” es mucho “Toronton Tero”!!! Hasta la fecha de hoy, he ido varias veces más a Toronto, ¡ahhh! Y las que me quedan.
¡Un saludo!
Vistas desde el bus a la entrada de la ciudad.
Luissss que bonitas las fotos y que chulo el blog!!!
ResponderEliminarMe gustan muchoo, espero que estes bien, y que cuando te conectes al Sky me des un toke al movil!!!
La primera seguidora del blog
Jose luis, Jose luis ¿tu sabes que se ve desde la torre más alta de toronto?
ResponderEliminarTorontoentero!
jose luis ¡me encanta tu blog! todas las fotos son fantasticas,aquí tu fan número uno.
ResponderEliminarla experiencia es inolvidable,tenemos ganas de volver a verte,y que nos cuentes todo en primera persona
Muchos besos desde Malaga